Tumba de Servilia en Carmona

En este edificio se reutiliza una antigua cantera romana. Un amplio patio porticado central es el eje en torno al cual gira el resto de la construcción.

En el sector norte se abre una galería hipogea que da acceso a un pasillo por el que se llega a la cámara principal, una espaciosa estancia excavada en la roca con una cúpula de grandes nervios unidos en un gran óculo. Esta galería se comunica con el patio a través de tres puertas y cuatro ventanas. En mitad de la pared que delimita la estructura en este lado norte se abre una cámara, igualmente hipogea y de bóveda rebajada, en la que se sitúa un sarcófago que originalmente se encontró dentro de la cámara principal.

En la pared este, junto a la entrada al patio, había una escalera (actualmente cegada) por la que se accedía a otra cámara, de idénticas características que la del sarcófago.

La tumba de Servilia también destaca por las magníficas pinturas murales que se reproducen en el pasillo de acceso a la cámara principal, en las que aparece una figura femenina frente a una balanza. En su interior se han hallado algunos de los mejores ejemplares escultóricos de la necrópolis, como la escultura de Servilia o la del Infante.

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